Inventar nombres como profesión

Hace unos años escuché hablar de Fernando Beltrán. Un señor que escribía poesía y que un buen día decidió montar por su cuenta un negocio peculiar: crear nombres. Una idea que de tan sencilla de explicar resultaba extraña para ser considerado un trabajo normal. El otro día volvió a aparecer por la radio. El tiempo ha pasado pero su trabajo continúa llamando la atención.